Hasta que la economía de mi país se fue directa al fondo del mar, a mediados de julio comenzábamos lo que a mí me gusta llamar el kendotour. Huesca, Valencia, cada dos años Mallorca. Pedir vacaciones al jefe (o dejar a tiempo todas las entregas) y liar a tu pareja para que se apunte contigo. «Cariño, hay piscina», «cariño, así te vas a la playa/al museo/ a tu aire un rato», «cariño, también hay iaido». Este año, mi kendotour se restringe al curso de Huesca, pero es un ejemplo válido para contar qué meto y no en la mochila.
1.- Lleva todo doble. Es verano. Haces kendo. Ropa interior para cada sesión. También dos tenuguis, por mucho que las ventanas y el sol hagan su trabajo. Y si puedes, dos keikogis.
2.- Si no te has depilado hoy, ya no te depiles. O bueno, esto sólo cuenta para las (los) que tienen una piel blanca y delicada y mierder como la mía. Sudar recién depilada (depilado) no es una opción.
3.- Leggings. Por lo mismo, suelo llevar siempre unas mallas bajo el hakama. En invierno me ayudan a conservar el calor y en verano a contener el sudor y evitar rozaduras. Suelo llevar estas: a falta de que Hacendado venda ropa deportiva, bueno es Decathlon.
4.- Botiquín kendoka. Mis imprescindibles son: ibuprofeno en pomada, paracetamol, trombocid, tiritas, esparadrapo textil, gasas, tobillera, rodillera, una botellita de alcohol de romero (para masajear los pies por la noche), cortauñas, tijeras y pastillas para la garganta. Siempre me quedo afónica en los cursos.
5.- Repelente antimosquitos.
6.- Cremas solares y un buen hidratante corporal.
7.- Minicosturero. Hazme caso.
8.- Kit de emergencia para el shinai.
9.- El bogu. No serías el primero que se lo deja.
10.- Si usas lentes de contacto, dos botes de solución y lentillas de repuesto. Tenemos una amiga que tuvo que recorrer las ópticas del centro de Huesca buscando una lentilla de repuesto, llegó tarde a los geikos del turno de mañana y se puso el bogu con el bikini puesto, para ganar tiempo.
11.- Bikini o bañador. Aunque el curso no tenga piscina, puedes llevarte una sorpresa de última hora y tener acceso a la del polideportivo, o incluso tiempo libre extra para una escapada a la playa.
12. – Una regleta. Lo recordé haciendo mi maleta. Si no eres ludita, te hará falta.
Teniendo en cuenta que ahora en España es verano, y que la mitad de nuestros lectores estáis ahora en pleno invierno, todo esto puede sonar a gallegada, pero el verano acabará llegando al Hemisferio Sur también. ¿Qué metéis en vuestras mochilas?